9 de enero de 2012

An Elf in Surrey (IV)



No sé que decir del lunes... monedas, japonés, rol y alguna que otra sorpresa. Un gran día, mejor de lo que me esperaba en un principio. Y lo más importante: toda una mañana solo por Guildford.

Pues lo dicho, por la mañana me dediqué a dar vueltas por la ciudad SOLO. Y sobreviví. Empecé viendo los jardines de la universidad, donde me hice muy amigo de los patos (aunque sospecho que sólo me hacían caso por el sándwich... en fin xD). Después me encamine a la ciudad, y tras una vuelta, acabé en la catedral. No pude entrar a verla, ya al parecer para visitarla había que pagar o esperarse a que hicieran alguna ceremonia religiosa, y como que no había ganas de ninguna de las dos cosas. Pero bueno, pude hacerle unas fotos a la fachada xD

¿Zorros? ¡Que me muerden!


Aquí mis amigos los patos.


La Catedral de Guildford.


El resto de la mañana lo pasé echando monedas de media libra en máquinas expendedoras y pulsando el botón de devolución, ya que descubrí que cada vez te da una moneda distinta, y quería completar mi colección de monedas inglesas (A ver si hablo de ello más adelante).

Una vez Tido terminó las clases, nos fuimos a comer al Kokoro, un restaurante japonés donde preparan bentos. Sí, comida para llevar. Compramos uno de sushi para compartir, a parte del uno normal para cada uno. El mio llevaba yakisoba (fideos fritos), pollo agridulce caramelizado (o al menos a eso sabía... por desgracia no tenían los nombres en japonés, sólo en inglés xD), arroz y un cerdo picante que... joder, como picaba eso. Me obligó a levantarme dos veces para ir a comprar dos botellas de agua al súper, porque me moría. Es lo más picante que he probado en mi vida (con permiso del wasabi).

El bento,


Y el sushi.


Después de comer visitamos los terrenos del castillo de Guildford (el interior no ya que en invierno está cerrado... estos ingleses... ¬¬). La verdad que me encantaron los jardines, en un muy buen sitio al que ir a pasar la tarde y perderse un rato, salvo por el problema de que no están iluminados, y claro... en cuanto oscurece no se ve nada xD

Panorámica del castillo.


¡Team Fortress!


Otra panorámica.


Y el día terminó con una partida de Dragones y Mazmorras (en la que sólo fui un espectador) por parte de los miembros de la sociedad de juegos. Lo interesante de dicha partida es que no pudieron reunirse donde siempre, y tuvimos que realizar un recorrido de más de media hora bajo una intensa lluvia (del cual mi paraguas no sobrevivió) para llegar a la casa de uno de los miembros donde poder jugar.

Tras finalizar y regresar a nuestra calentita habitación, ya sólo nos quedaba prepararnos para el viaje a Londres del día siguiente.

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